Los amigos de Pablo Alborán cuentan cómo fue su adolescencia

Berto Gallego - 2017-11-12 17:02:00

Pablo Alborán es una de las grandes estrellas de la música española, y poco a poco estamos conociendo más detalles de su vida privada. Si hace unas semanas fue él el que confesó muchas cuestiones personales en el programa de Bertín Osborne, tras su largo período de inactividad, ahora han sido algunos de sus mejores amigos de la adolescencia los que han desvelado cómo era el malagueño en su juventud. Lo han hecho en la publicación Vanitatisy aquí nos hacemos eco de ello. 

Cómo era el Pablo Alborán que no conocimos

Cercano y encantador

Paola, una de las primeras fans del artista, lo tiene claro. Pablo Alborán era cercano y encantador, se notaba su pasión por la música y contestaba cualquier duda de los asistentes a sus bolos en Málaga con todo el cariño. 

Maduro para su edad

Pablo Alborán, según un amigo muy cercano que prefirió no ser identificado, era "un chico muy maduro para su edad". De hecho, él y la mayoría de la pandilla con la que se juntaba tienen 4 años más que él. También afirmaba que "se juntaba con nosotros poque prefería nuestros planes. Nosotros le escuchábamos tocar la guitarra y siempre le animamos a seguir". 

Un vecindario tranquilo y con mucha paciencia

El mismo vecino se muestra "sorprendido" porque nunca les llamaran la atención los vecinos. "Eramos más de quedarnos en casa que de salir de fiesta, y acabábamos cantando, poniendo la música alta...con el silencio del vecindario, siempre me extrañó que nunca nos llamaran la atención"

Era un chico normal

Eso sí, pese a esas "noches de relax" también hacían lo que casi todos los chicos de su edad: salir de copas, ir al cine o quedar con chicas. "Ahora -se lamenta su amigo en la citada publicación- solo podemos vernos unas cuantas veces al año". 

Un compositor precoz

Su amigo cuenta una anécdota que describe a la perfección hasta qué punto la música ha sido la vida de Pablo Alborán. Cuando tenía 16 años compartió con él su libreta de composiciones, que alcanzaba nada menos que las 120 canciones. 

Por lo que muestra de puertas hacia fuera, Pablo Alborán no ha cambiado tanto desde aquellos años. Sigue mostrándose como un chico amable, con la cabeza amueblada y una irrefrenable pasión por la música. Que sea así muchos años más.